Wednesday, February 25, 2009

Para mi último cumpleaños recibí un regalo que pasó a formar parte de “mi cajita de la vida” por reunir a muchas de las figuras que admiro, en un sólo proyecto. Se trata de una antología poética femenina que incluye a Sylvia Plath, Mercedes Delgado, Renée Vivien, Ana Blandiana, Sor Juana Inés de la Cruz y Alejandra Pizarnik bajo el nombre de “Colección de poesía Lady Lazarus. Esta iniciativa comulga y se erige en el pensamiento de Simone de Beauvoir: la ruptura de la mujer con la realidad, a la cual no pertenece en su condición de Otro, a través de la literatura y el arte”. La edición cuenta, además, con ilustraciones de Gustav Klimt, entre las que se encuentran pinturas como Tres Gorgonas, Danae, Serpientes de agua I, etc.
De este tesoro personal comparto, arbitrariamente, algunos de mis poemas favoritos de Pizarnik entre imágenes del ya mencionado Klimt, para capturar la esencia (o al menos intentarlo) de estos aparentes libros...

Árbol de Diana y otro poemas.
tres
sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra
cuatro
AHORA BIEN:
Quién dejará de hundir su mano en busca
del tributo para la pequeña olvidada.
El frío pagará. Pagará el viento. La lluvia
pagará. Pagará el trueno.
A Aurora y Julio Cortázar.
seis
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe.
quince
Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací;
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.
veinte
dice que no sabe del miedo de la muerte
del amor
dice que tiene miedo de la muerte
del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe
A Laure Bataillon
veintitrés
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos
treinta y cinco
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler,
mi vida déjate enlazar de fuego, de
silencio ingenuo, de piedras verdes en la
casa de la noche, déjate caer y doler, mi
vida.