Wednesday, March 21, 2007


...mis desamores siempre comienzan con el frío. Bastó sentarme frente a tí y sentir atracción. Te ofrecí un cigarro y me respondiste con una flor, conversamos, me acompañaste...caminamos sin abrigo por las heladas calles, hablando del ritmo que todos poseemos (y del que, según tú, careces) Me tomaste la mano, te reiste, me quitaste el pañuelo y te lo pusiste, oliste mi cuello, evocaste recuerdos (¿mi perfume?). No querías que viera la hora, dijiste que era tuya, no querías dejarme ir. Me acompañaste a la estación y con un gesto paternal me abrigaste, devolviste el pañuelo a su sitio y te despediste...besaste mi mejilla y bajé la escalera sin mirar atrás. Bastó el último escalón para sentir que comenzaba a enamorarme y a la vez, uno de mis desamores...aquellos que siempre llegan con el frio.