Wednesday, April 04, 2007

...y nosotros tío, ¿cómo hacemos?... como siempre y una vez más... (sí Jack White)
Me caigo y me levanto

Nadie puede dudar de que las cosas recaen. Un señor se enferma, y de golpe, un miércoles recae. Un lápiz en la mesa recae seguido. Las mujeres, cómo recaen. Teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer pero lo mismo esta sujeto, sobre todo porque recae sin conciencia, recae como si nunca antes. Un jazmín, para dar un ejemplo perfumado. A esa blancura, ¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo? El mero permanecer ya es recaída: el jazmín, entonces. Y no hablemos de las palabras, esas recayentes deplorables, ni de los buñuelos fríos, que son la recaída clavada. Contra lo que pasa se impone pacientemente la rehabilitación. En lo más recaído hay siempre algo que pugna por rehabilitarse, en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda, en los poemas de Pérez, en Pérez. Todo recayente tiene ya en si a un rehabilitante pero el problema, para nosotros los que pensamos nuestra vida, es confuso y casi infinito. Un caracol segrega y una nube aspira; seguramente recaerán, pero una compensación ajena a ellos los rehabilita, los hace treparse poco a poco a lo mejor de si mismos antes de la recaída inevitable. Pero nosotros, tía, ¿cómo haremos? Cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído si por la mañana estamos tan bien, tan café con leche, y no podemos medir hasta donde hemos recaído en el sueño o en la ducha? Y si sospechamos lo recayente de nuestro estado, ¿cómo nos rehabilitaremos? Hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña, al terminar su obra maestra, al afeitarse sin un solo tajito; no toda recaída va de arriba abajo, porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa cuando ya no se sabe donde se está. Probablemente Icaro creía tocar el cielo cuando se hundió en el mar epónimo, y dios te libre de una zambullida tan mal preparada. Tía, ¿cómo nos rehabilitaremos?
Hay quien ha sostenido que la rehabilitación sólo es posible alterándose, pero olvido que toda recaída es una desalteración, una vuelta al barro de la culpa. Somos lo más que somos porque nos alteramos, porque salimos del barro en busca de la felicidad y la conciencia y los pies limpios. Un recayente es entonces un desalterante, de donde se sigue que nadie se rehabilita sin alterarse. Pero pretender la rehabilitación alterándose es una triste redundancia: nuestra condición es la recaída y la desalteración, y a mi me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera, que por lo demás ignoro. No solamente ignoro eso sino que jamás he sabido en que momento mi tía o yo recaemos. ¿Cómo rehabilitarnos, entonces, si a lo mejor no hemos recaído todavía y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados? Tía, no será esa la respuesta, ahora que lo pienso? Hagamos una cosa: usted se rehabilita y yo la observo. Varios días seguidos, digamos una rehabilitación continua, usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo. O al revés, si prefiere, pero a mi me gustaría que empezara usted, porque soy modesto y buen observador. De esa manera, si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación, mientras que usted no le da tiempo a la recaída y se rehabilita como en un cine continuado, al cabo de poco nuestra diferencia será enorme, usted estará tan por encima que dará gusto. Entonces yo sabré que el sistema ha funcionado y empezaré a rehabilitarme furiosamente, pondré el despertador a las tres de la mañana, suspenderé mi vida conyugal y las demás recaídas que conozco para que sólo queden las que no conozco, y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos, tía, y será tan hermoso decir: Ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado, el mío todo de frutilla y el de usted con chocolate y un bizcochito.
Julio Cortázar

7 comments:

Oliveira said...

Y si sospechamos lo recayente de nuestro estado, ¿cómo nos rehabilitaremos?...

Aquella carta en mi blog estaba muy ad hoc para la noche de ayer... Meg, y será tan hermoso decir:...

J...

Oliveira said...

jajajaja... olvide algo, me rei mucho con las "recaidas...."

bia said...

hola!!! courtney
me meto al msn y de patuda me meto aca! (:
quien diria.. que te encontraria aqui lokilla!
me gusto mucho tu blog ...sobre todo parauno(MY) que no sabe mucho de textos
nunka habia leido esto ..pero de alguna forma me llega..
cuantas veces recaere en lo mismo!
disculpa mi poca literatura :S
pero bueno ..
ya pues no quito mas espacio..
t kero cabra pesa
aunke ahora no hemos hablado mucho igual me acuerdo de ti!
cuidate

ginger!

Oliveira said...

Sei, que, é muito possível, não me reconheça, mas sou aquele que tanto a amoa. Quice jogar um pouco, com aquele idioma que, desde sua boca soa tão belo, harmônico e sensual. Esta carta, não é outra coisa que uma expressão da paixão que por você sento. A estranho, e não sabe quanto almejo beijar suas mãos, roçar e acariciar com a mirada e o tato, a plenitude de seu corpo. Comer seus lábios com desespero, aquela, na que só você, faz-me tropeçar . A estranho, a cama se faz imensa... e durmo em companhia de sua ausência. As tardes se fazem lentas e abraço só suas recordações. A estranho minuto a minuto... A seu lado, sou feliz.

Espero sua vida siga bem. Para você, um abraço grande, um beijo e o carinho de...

... said...

ya!
me dispuse a leer lo q me dijiste.

de recaídas y rehabilitaciones, quiero mi rehabilitación ya!


salu2 pame.

me voy a leer a la velocidad de la luz.

Paz said...

no toda recaída va de arriba abajo, porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa cuando ya no se sabe donde se está...

Me hizo pensar muxo esa frase ...mas ahora que no se en que estoy ...
... benditas y malditas recaidas!jijijiji
besos y sigue deleintandonos con estos textos cuidate =)

Infinitas letras dispersas said...

Hola ^^
pucha te agradezco mucho lo que me escribiste.... yo también te uqiero y mucho!! auque no lo creas, has hecho mucho por mi... y eso no se olvida... además espero que estés bien. tu iiradias muchas cosas lindas, te quiero mucho.
Magda